Durante mis viajes por el mundo suelo llevar diarios con el propósito no sólo de escribir lo que experimento y conozco, sino también para controlar el dinero del que dispongo. Estos pequeños textos son “apuntes” que, aunados a las imágenes recogidas, me permiten, al consultarlos, desencadenar mis recuerdos y, a partir de esto, crear crónicas más vívidas con las anécdotas a flor de piel. En el trayecto me he topado con otros viajeros, quienes me enriquecieron con sus relatos y fotografías.

sábado, 18 de julio de 2015

Viajero invitado. Gloria Ramírez. Cataratas del Iguazú.

Texto y fotografía: Gloria Ramírez






Cataratas de Iguaçu (Brasil)


Es un lugar precioso. Se recorre una vereda pavimentada y en cada tramo hay un paisaje diferente. Las cataratas se pueden ver desde diversos puntos del recorrido. Conforme se avanza por el camino, las estampas naturales se vuelven impresionantes hasta llegar al gran final: La garganta del Diablo. Es bellísimo observar la caída del agua mientras se contempla el cielo hermoso. El atardecer también lo es. La entrada cuesta unos 51 reales. 


























Foz do Iguaçu (Brasil)


Una ciudad tranquila cuya diversidad radica en su gente. Hay población judía, árabe y latinoamericana del cono sur. Las actividades principales son visitar zonas naturales y caminar por la avenida principal. Las boutiques de ropa casual y recuerdos son un atractivo para los visitantes. Hay puestos de comida a lo largo de los boulevares, y por la noche se puede ir por una cerveza a un bar local o uno más sofisticado. 

Alimentos: Se puede comer en un restaurante árabe, chino o brasileño. Hay restaurantes tipo menú donde pesan el gramaje de la comida y eso es lo que se cobra, también están los que ofrecen servicio a la carta o de comida rápida. El costo promedio es entre 15 y 30 reales. 





















Centro budista en Foz do Iguaçu

Para llegar hay que preguntar en el autobús constantemente para no perderte la parada. Estar ahí fue una de las experiencias más placenteras que he tenido. Se trata de un amplio terreno con 120 esculturas y un buda de 7 metros. Te puedes tomar fotos con los guardianes, frente a Buda, o en el jardín donde abunda la calma y tranquilidad. La entrada es gratuita. 



















Mezquita musulmana

La arquitectura es bellísima. Lo malo es que no permiten la entrada si no eres musulmán, lo bueno que te dejan pasar para ver el salón desde la puerta y ahí también tienes la oportunidad de tomar fotos de los detalles del interior: la alfombra, la lámpara, las ventanas, o ver directamente en vivo lo que sucede en La Meca, en Arabia Saudita, a través del monitor que se encuentra en el recibidor. 






















Puerto Iguazú (Argentina)

Está muy cerca de la ciudad de Foz. Más o menos a 20 minutos en transporte público que cruza la frontera, pasa por la aduana y se espera a que vuelvan a subir los pasajeros para llevarlos a Puerto. Se puede visitar las Cataratas de Iguazú del lado argentino, o caminar en el Parque Nacional y seguir la vereda hasta llegar al Hito 3 de la triple frontera. El lugar es pintoresco, se nota en la tierra roja desde que bajas del autobús. Se puede comprar comida típica, dulces, vinos; pasear por la Avenida Brasil y sus aledañas y probar lo que ofrecen las cafeterías y bares del lugar. También hay boutiques de diseñadores locales para poder comprar algo que no diga «Iguazú» en letras mayúsculas. 

Alimentos: Se puede comer en el pequeño tianguis de Puerto Iguazú o en los restaurantes. En el mercadillo hay locales que venden cervezas vinos y tablas para picar. Se pueden comer unas típicas empanadas argentinas, cada una por 10 pesos argentinos, y beber una Quilmes por unos 15. 
























Ciudad del Este (Paraguay)


Es muy parecida a la Ciudad de México. Así que no hay pierde. Su principal atractivo es el comercio, tanto de boutiques exclusivas en centros comerciales pequeños como puestos callejeros. Los productos importados son libres de impuestos y en los small malls suelen regalar algún presente en la compra de otro y todo tiene descuento. Aquí es mejor pagar en dólares. Hay que tener cuidado con el comercio ambulante porque a veces los vendedores hablan guaraní y no se sabe si están tratando de subir el precio entre ellos. Por lo general es tranquilo, hay guardias aduanales que recorren las calles principales de la ciudad. En medio de todo el barullo hay un pequeño parque con un lago donde se puede hacer ejercicio o nada más pasar el rato libre mirando los edificios que lo rodean.

Alimentos: Hay restaurantes en todo Ciudad del Este, pero lo mejor es aventurarse entre las calles y probar comida asiática. La gente es muy amable y te enseña a servirla de la forma tradicional, hablan español y la moneda que prefieren para el pago es el guaraní. Aproximadamente sería necesario cambiar unos 60 u 80 reales a guaraníes para una comida vasta, agua y transporte. 

























La Triple Frontera


Se puede llegar por los tres lados: Brasil, Argentina y Paraguay. En mi caso, lo hice por Argentina. Todo lo maravilloso de la vida viene gratis, y es precisamente lo que ocurrió aquí: el paseo se hace desde Puerto Iguazú, y como no es muy grande, caminar por las calles porteñas, llegar al Parque Nacional de Iguazú y tomar fotos de la naturaleza mientras se observa del otro lado del río a Brasil y a Paraguay no tiene precio. Muy recomendable si se busca un espacio de relajación. 

Precios: aproximadamente entre 50 y 80 dólares por día, aunque no es muy caro, lo que sucede es que el peso está muy devaluado y eso hace el costo mucho mayor. Claro que también depende de qué tipo de turismo se quiera hacer. Éste fue uno muy económico para pasarla bien.