Durante mis viajes por el mundo suelo llevar diarios con el propósito no sólo de escribir lo que experimento y conozco, sino también para controlar el dinero del que dispongo. Estos pequeños textos son “apuntes” que, aunados a las imágenes recogidas, me permiten, al consultarlos, desencadenar mis recuerdos y, a partir de esto, crear crónicas más vívidas con las anécdotas a flor de piel. En el trayecto me he topado con otros viajeros, quienes me enriquecieron con sus relatos y fotografías.

lunes, 26 de agosto de 2013

Viajero invitado. Ollin Eyecatl Buendía Salazar. Pasado de piedra: La Venta, Tabasco.










[...]

Mirad las cabezas de piedra bajo la lluvia
o bajo el hacha deslumbrante del sol como un verdugo embozado en oro.
Mirad los rostros de piedra en el campamento de la noche,
en la descomposición de la gloria, en la soledad de la primera pregunta y en su retorno después de la [segunda.
Mirad las cabezas de piedra,
máscaras que ocultan su clave divina, su organismo atajado por el silencio.
Mirad los rostros de piedra junto a la boca impía del pantano.

[...]

Éste es el rostro, éste es el cuerpo,
la carne que se hizo piedra para que la piedra tuviera un espejo de carne.
Animada por un soplo de piedra, la imagen de la piedra le dio nuevo peso a la carne;
y ahí se oye el peso de otro silencio y el peso de otra imagen en la actitud inmóvil del caimán;
aquí está la piedra despuntando en la carne,
aquí está la muerte eructando la piedra mientras hace la digestión de la imagen.
La piedra, la piedra, la piedra,
la piedra siempre agazapada
al final de todos los gestos de la carne del hombre.


José Carlos Becerra, La Venta, II.












Entre piedras


Mirada olmeca 1


Mirada olmeca 2








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