Durante mis viajes por el mundo suelo llevar diarios con el propósito no sólo de escribir lo que experimento y conozco, sino también para controlar el dinero del que dispongo. Estos pequeños textos son “apuntes” que, aunados a las imágenes recogidas, me permiten, al consultarlos, desencadenar mis recuerdos y, a partir de esto, crear crónicas más vívidas con las anécdotas a flor de piel. En el trayecto me he topado con otros viajeros, quienes me enriquecieron con sus relatos y fotografías.

martes, 25 de octubre de 2011

Budapest, Hungría. Sábado, 2 de abril de 2011.

Sábado, 2 de abril de 2011.
Budapest, Magyarország.

Acabo de llegar a Budapest.
Me hospedo en el barrio de Ferencváros, La ciudad de Francisco, donde se encuentra el club deportivo que lleva el mismo nombre, y es el más popular de Hungría.
En la televisión hay canales rusos, polacos, rumanos y austríacos.
Descanso. En un rato saldré a pasear por la ciudad. Además navegaré por el Danubio. Regresaré muy tarde.
Gasté €8 en la comida: 2 sándwiches y un refresco.
Veo un programa en la televisión rumana, un concierto de música folclórica de 1998, Primul Concert, en el que destacan músicos como: Benone Sinolescu, Mioara Velicu, Laura Labric, Veta Biriș, Mariana Anghel, Petrică Paşca, Maria Stanescu, Ioan Bocșa... ¡Ah, me recordaron a mis entrañables Gheorghe Zamfir y Radu Simion!
El canal polaco ofrece telenovelas sudamericanas dobladas: se perciben ambos idiomas simultáneamente.
(Más tarde)
Cambié €5 por la moneda local, el florín húngaro (forint), luego de que traté de comprar suministros en una tienda, y me rechazaron los euros.



Caminé por el Monumento Milenario y la Plaza de los Héroes hasta el Parque Municipal de Budapest, y visité el castillo de Vajdahunyad. Allí, un joven me pidió que lo fotografiara con su propia cámara. Conversé brevemente con él. Era hindú, de la ciudad de Delhi. Lo bromeé, y le dije que yo también venía de una ciudad pequeña como la suya: la Ciudad de México.
El viaje por el Danubio ha sido, sin duda, una de las experiencias más afortunadas de toda mi existencia: un recuerdo conmovedor.



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